Saturday, July 23, 2016

REZANDO AL PADRE MISERICORDIOSO

Homilía del Domingo XVII del Tiempo Ordinario, Ciclo C

23 de julio de 2016, Concepción Copán

Los discípulos de Jesús, le piden: Señor, enséñanos a orar.


Y Jesús les enseña la oración más perfecta.

Estamos acostumbrados a la versión en el evangelio de Mateo y muchas veces la rezamos corriendo. 
La versión de Lucas es más sencilla y nos ayudará rezar si la rezamos lentamente, meditando cada frase

PADRE:
      Una relación entre Dios Padre y nosotros sus hijos e hijas
      La oración es un encuentro con alguien que nos conoce y nos ama

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

VENGA TU REINO:
Vivimos en un mundo donde no experimentamos el Reino del Padre – sino reinan poder, violencia, pobreza, venganza
Pero, tenemos un deseo en nuestros corazones de un Reino diferente, un Reino de amor, justicia, paz, misericordia

DANOS HOY NUESTRA PAN DE CADA DÍA
No buscamos más que necesitamos, el pan de cada día.
No tenemos de ser acaparadores, porque el Padre conoce nuestras necesidades
No queremos más lo suficiente – para nosotros y para todos

PERDON NUESTRAS OFENSAS
Si le hemos ofendido a nuestro padre y necesitamos perdón. Él nos ofrece el perdón para dejar a lado lo que nos impide en el camino con Él.

PUESTO QUE TAMBIEN NOSOTROS PERDONAMOS A TODO AQUEL QUE NOS OFENDE
Dios es misericordioso y perdón; si queremos su Reino, vamos a perdonar como Él nos ha perdonado.

Y NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
Si vamos a estar tentados, pero el Padre puede ayudarnos a dejar a lado las tentaciones.

¿POR QUÉ?
      Nuestro padre, nuestro Dios, es un Dios de la misericordia.

En el libro de Génesis Dios está dispuesto a perdonar unas ciudades perversas si hay solamente diez personas justas. No es un Dios de venganza, de castigo. Quiere que los pecadores vivan.

Y, como Jesús dice, no es un padre que de una piedra cuando el niño pide pan, ni un padre que de un alacrán al que pide un huevo.

NO, es un Dios de misericordia. Como San Pablo escribió a los Colosenses, “él les dio una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos los pecados. El eliminó la condenación en la Cruz de Cristo.

Entonces, cuando queremos rezar lo que es importante es acercarnos a nuestro Padre, recordando su misericordia, y sentarnos con Él, recibiendo su amor y misericordia. 

Después podemos ofrecerle nuestro amor y difundir el amor y la misericordia que hemos recibido a los demás.

Génesis 18, 20-32
Colosenses 2, 12-14
Lucas 11, 1-13





Beato Carlos de Foucauld: “Rezar es pensar de Dios y amarlo”.