VIA CRUCIS PARROQUIAL 2018
“La Iglesia cuida la Casa
Común”
PARROQUIA DULCE NOMBRE DE
MARÍA
Dulce Nombre de Copán,
Honduras
INTRODUCCIÓN
En su encíclica sobre el cuidado de la casa común,
Laudato Si’, el Papa Francisco nota que el objetivo de considerar el
medio ambiente es para “tomar dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en
sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la
contribución que cada uno puede aportar”.
Hoy caminamos con Jesús hasta el Calvario,
recordando no solamente su pasión y crucifixión, sino también los sufrimientos
del pueblo y de la creación entera. Oramos y caminamos, pidiendo una conversión
ecológica en nuestros corazones, en nuestras comunidades, en nuestros
autoridades y en la Iglesia.
Iniciamos nuestro Vía Crucis con una oración del
Papa Francisco:
Oh Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar a los abandonados
y a los olvidados de esta tierra
que son tan valiosos a tus ojos.
ayúdanos a rescatar a los abandonados
y a los olvidados de esta tierra
que son tan valiosos a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para
que seamos protectores del mundo
y
no depredadores,
para
que sembremos hermosura
y
no contaminación y destrucción….
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra.
Dios de Misericordia, concédenos recibir tu perdón
y de transmitir tu misericordia en toda nuestra casa común.
Alabado seas.
Amen.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra.
Dios de Misericordia, concédenos recibir tu perdón
y de transmitir tu misericordia en toda nuestra casa común.
Alabado seas.
Amen.
Primera estación: Jesús es
condenado a muerte
La tierra, nuestra casa común,
está condenada a muerte por nuestras acciones y las acciones de los poderes
políticos y económicos.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Pilato les dijo: ‘¿Qué voy a hacer con
el que ustedes llaman rey de los judíos?’ La gente gritó:´¡Crucifícalo!’ Pilato les preguntó: ‘Pero ¿qué mal ha
hecho?’ Y gritaron con más fuerza: ‘¡Crucifícalo!’ Pilato quiso dar
satisfacción al pueblo: dejó, pues, en libertad a Barrabás y sentenció a muerte
a Jesús. Lo hizo azotar, y después lo entregó para que fuera crucificado.
Meditación:
Jesús fue
condenado por los poderes políticos y religiosos de su tiempo. Nuestro pueblo y
la naturaleza están siendo condenados a muerte por la ambición y codicia de los
que quieren apoderarse de nuestros recursos naturales.
Son muchos
los Pilatos que tienen en las manos todos los recursos del poder y la
violencia y los usan al servicio de los
más fuertes; ponen su autoridad al servicio de la injusticia y pisotean la
dignidad del hombre y su derecho a la vida.
En todos
los hechos de corrupción que suceden cada día en nuestro país, Jesucristo sigue
siendo condenado a muerte; pues como dice el Evangelio “lo que hicieron con
alguno de los más pequeños conmigo lo hicieron”.
Oremos:
Por condenar a Jesús en nuestros pecados, Señor, ten piedad.
Por condenar la tierra en nuestra ambición y
codicia, Cristo, ten piedad.
Por no cuidar la casa común ante la fuerza y la
violencia de los poderosos, Señor, ten piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Segunda estación: Jesús
carga con la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo.
Lectura del santo evangelio según san
Juan
Se lo llevaron; y Jesús salió
cargando él mismo con la cruz, hacia un lugar llamado La Calavera, en hebreo Gólgota.
Meditación:
A nuestro pueblo le han
cargado con la cruz de la pobreza y el desprecio, por el saqueo de nuestras
tierras. Se concesionaron los ríos, las montañas, las tierras para extraer los
recursos naturales – por la avaricia y la ganancia personal. En sus ojos, el oro
y la plata valen más que las vidas de los pueblos que viven allá. Aún, en
búsqueda de oro, desarraigan los restos de los cementerios.
En el nombre de desarrollo,
explotando los recursos naturales, cargan a los pobres con más pobreza,
contaminación de los ríos y desplazamiento de sus hogares
En su carta pastoral, Discípulos, Misioneros, Custodios de la Casa Común,
los obispos latinoamericanos escriben:
“Observamos que, a escala
planetaria, la crisis de un modelo de economía cuyas políticas han conducido,
en no pocos países, a que se acentúen los niveles de pobreza, desigualdad,
agotamiento de los bienes naturales y destrucción ambiental. Hay una
explotación desenfrenada “que va dejando una estela de dilapidación, e incluso
de muerte, por toda nuestra región”.
Oremos:
Por nuestra indiferencia ante las
amenazas de destrucción a nuestra casa común, Señor, ten piedad.
Por nuestros miedos y cobardías, Cristo,
ten piedad.
Por nuestras complicidades con los que
van detrás del dinero y no les importan las
personas. Señor,
ten piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Tercera estación: Jesús cae
por primera vez
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san
Juan
Les aseguro que, si el grano de
trigo caído en tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.
Meditación:
Cristo cae por el peso de la cruz y el peso de
nuestros pecados.
La tierra sufre por el peso de nuestros pecados. En
Génesis, escuchamos que todo lo que hizo Dios, lo miró muy bueno. Como dice el Papa
Francisco,
Según la Biblia, las tres relaciones vitales [con
Dios, con el prójimo y con la tierra] se han roto, no sólo externamente, sino
también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el
Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar
el lugar de Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas.
Por eso, manchamos el don de la belleza de la
tierra, tirando basura en todas partes. Dañamos
la integridad del suelo con uso de veneno y de químicos dañosos. Gastamos la
fertilidad del suelo con el monocultivo. Sacamos los recursos naturales del
subsuelo, dejando los desechos contaminando la tierra y las aguas; y con
minería irresponsable extraemos el oro y la plata sin respetar los seres
humanos que viven cerca. Como dicen los obispos latinoamericanos:
Nuestro planeta no aguanta más los múltiples
impactos negativos sobre los frágiles equilibrios de sus ecosistemas y en su
capacidad de auto-regeneración; impactos causados por una economía y un estilo
de vida que llevan a una explotación desenfrenada de los bienes naturales de la
tierra, contaminan gravemente y de manera creciente, el ambiente en muchas
regiones de nuestro mundo, y convierten cada vez más nuestra tierra en un gran
basural.
Oremos
Por ensuciar
la tierra con la basura y los desechos, Perdónanos, Señor.
Por explotar los bienes de la tierra sin pensar de
las generaciones futuras ni de los que viven cerca, Perdónanos, Señor.
Por contaminar la tierra con veneno y químicos
dañosos, Perdónanos, Señor.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Cuarta
estación: Jesús se encuentra con su madre
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del evangelio según San Lucas
Simeón
les dio su bendición y le dijo a María, “Este niño está destinado a causar la
caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de
contradicción, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones—
y en cuanto a ti, una espada atravesará tu alma… Su madre conservaba
cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.
Meditación
En su camino al Calvario, Jesús se encuentra con
María, su madre, una mujer de entrega que dijo “Si” al Señor. En su encíclica Laudato Si’, el Papa Francisco presenta a
María como ejemplo de compasión para toda la creación:
María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida
con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón
traspasado por la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los
pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder
humano.
Como María, debemos cuidar la creación con ternura,
consciente del sufrimiento de los pobres. Ella, madre de misericordia, es nuestra
abogada en las dificultades de la vida porque ella sufrió la muerte de su Hijo,
Jesús, y acompañaba a los discípulos después de la ascensión.
Oremos:
Da nos un corazón con la ternura de tu madre,
mirando la creación con amor, te lo pedimos, Señor.
Da nos un corazón cuidadoso, cuidando la casa común
como María cuidaba la casa en Nazaret, te lo pedimos, Señor.
Da nos un corazón de solidaridad y acompañamiento,
respondiendo a las necesidades de nuestras familias y vecinos, te lo pedimos,
Señor.
Padre
Nuestro… Dios te salve, Reina y Madre de misericordia … Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Quinta estación: Simón de
Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Marcos
Los soldados sacaron a Jesús fuera para
crucificarlo. En ese momento, un tal Simón de Cirene, que es el padre de Alejandro
y de Rufo, volvía del campo; los soldados le obligaron a que llevara la cruz de
Jesús.
Meditación
Simón le ayuda a Jesús, cargando la cruz. Hoy
muchos luchan para proteger la creación, a veces arriesgándose. Ellas y ellos,
como Simón, cargan la cruz de una creación en peligro. El Papa Francisco ha escrito:
Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a
todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están
trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen
una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias
dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del
mundo.
Pero, muchas personas han dado su vida, aun acá
en Honduras, y entonces, como los obispos de América Latina en una carta
pastoral escribieron:
… es necesario cuidar a los cuidadores de la casa
común, porque no pocas veces son amenazados, maltratados, reprimidos y
encarcelados por anunciar la Buena Nueva del Reino y denunciar a los “dioses
del poder y del dinero”. Ya son muchos los mártires que en América Latina han
dado su vida en la lucha por la defensa de la Vida. Su sangre es semilla de
libertad y esperanza.
¿Qué
estamos haciendo para cuidar la casa común? ¿Tenemos el coraje de Simón?
Oremos:
Para que podamos ser cuidadores de la casa común,
oremos al Dios de la Vida, Escúchanos, Señor
Por los que trabajan por la tierra y los más
pobres, oremos a Jesús, Dios-hecho carne. Escúchanos, Señor
Para que haya justicia por todos los asesinados por
cuidar la creación, oremos al Espíritu Santo, Escúchanos, Señor
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Sexta
estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del libro del profeta Zacarías:
…derramaré un espíritu de gracia y de súplica. Al
mirarme traspasado por ellos mismos, harán duelo como por un hijo único,
llorarán como se llora a un primogénito.
Meditación:
La Verónica reconoció algo en el rostro deformado y
sangriento de Jesús. Con ternura ella limpió su cara. ¿Reconocemos el rostro de Dios en los pobres,
los marginados, en los pobres? Podemos, también, ver señales de la gloria de
Dios en la creación que Dios nos ha dado y que frecuentemente deformamos por
nuestras actitudes y acciones.
El Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’
nos recuerda que
El universo se
desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una hoja, en un
camino, en el rocío, en el rostro del pobre. El ideal no es sólo pasar de lo exterior
a lo interior para descubrir la acción de Dios en el alma, sino también llegar
a encontrarlo en todas las cosas, como enseñaba san Buenaventura: “La contemplación
es tanto más eminente cuanto más siente en sí el hombre el efecto de la divina
gracia o también cuanto mejor sabe encontrar a Dios en las criaturas
exteriores”.
La Verónica limpia el
rostro de Dios. ¿Qué hacemos ante el rostro deformado de Dios en los pobres y
en la tierra?
Oremos:
Para que podamos reconocer el rostro de Cristo en
los pobres y los enfermos, Escúchanos, Señor.
Para que miremos la creación con los ojos de Dios y
cuidarla con ternura, Escúchanos, Señor.
Para que desarrollemos una mirada contemplativa de
todo lo que hace Dios y tratarlo con respeto, Escúchanos, Señor.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Séptima estación: Jesús cae
por segunda vez
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Jesús
decía a toda la gente: ‘Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo,
que cargue con su cruz de cada día y que me siga. Les digo: el que quiera
salvarse a sí mismo se perderá, y el que pierda su vida por causa mía, se
salvará.
Meditación:
Cristo cae por segunda vez por el peso de la cruz y
el peso de nuestros pecados.
El agua sufre por el peso de nuestros pecados. Y
los pobres sufren. Como escribió El Papa Francisco:
Un problema particularmente serio es el de la
calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos
los días. Entre los pobres son
frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por
microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se
relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un
factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil.
No cuidamos las fuentes de agua y tenemos
nacimientos contaminados. Ríos y quebradas están contaminados con aguas negras
y aguas mieles, y con las aguas contaminadas por empresas privadas,
especialmente las empresas extractivas. Muchos ríos están concesionados para
presas hidroeléctricas por empresas internacionales, dejándoles a los vecinos
sin acceso al agua. También, en nuestras casas, dejamos las llaves de agua
abiertas y hay un desperdicio tremendo de agua. Por todo eso, muchas sufren por
la escasez de agua potable.
Jesús, aun cayo, se levantó para seguir el camino
hasta la cruz, la última entrega.
Nosotros debemos cambiar, cuidando la casa común –
con pequeños hechos de proteger los nacimientos, guardar y conservar el agua, y
con grandes hechos de llamar a todos, especialmente a las autoridades, a cuidar
el agua. Recordamos lo que escribieron en enero 2018 los obispos latinoamericanos en una carta
pastoral,
“Exhortamos a los Estados a
administrar con justicia, prudencia y previsión el agua y los otros factores
del ambiente que son ’bienes públicos’ … Es una tarea ineludible de los
gobiernos “garantizar el destino universal de estos bienes” pues “el agua es un
bien universal que es esencial para el desarrollo integral de los pueblos y
para la paz”.
Oremos
Por desgastar el agua en la casa, Señor, ten
piedad.
Por no guardar las fuentes de agua, Cristo, ten
piedad.
Por contaminar el agua, Señor, ten piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Octava estación; Jesús consuela a las mujeres de
Jerusalén
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lo seguía a Jesús muchísima gente, especialmente
mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose
hacia ellas, les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien
por ustedes mismas y por sus hijos”.
Meditación
Varias mujeres, muy acostumbradas a los sufrimientos
de sus familias, lloran al verle a Jesús. Pero, él les avisa que pongan
atención a los sufrimientos suyos y de sus hijos. Lo que vemos en los
sufrimientos de Jesús podemos ver en los sufrimientos propios y en los
sufrimientos de los pobres y aún de la tierra.
Recordamos los efectos del descuidado de nuestra
casa común no solamente para nosotros y para nuestra generación sino para
todos. Como escribió el Papa Francisco,
“Ya no puede hablarse de
desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional.… ¿Qué tipo de mundo
queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?”
Debemos llorar por los golpes
contra la humanidad y la casa común y vigilar por el futuro, buscando un futuro
para el bien común de todo y de todos.
Como el Papa Francisco
escribió en su mensaje por la jornada del cuidado de la creación en 2016,
Como subraya la ecología integral, los seres humanos
están profundamente unidos unos a otros y a la creación en su totalidad. Cuando
maltratamos la naturaleza, maltratamos también a los seres humanos. Al mismo
tiempo, cada criatura tiene su propio valor intrínseco que debe ser respetado.
Escuchemos “tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”, y
busquemos comprender atentamente cómo poder asegurar una respuesta adecuada y
oportuna.
Oremos
Para que podamos escuchar el clamor de la tierra y
de los pobres, respondiendo con solidaridad, Escúchanos, Señor.
Para que podamos ver los sufrimientos de todos en
la luz del sufrimiento de Cristo, Escúchanos, Señor.
Para que las mujeres del mundo, llorando por sus
hijos muertos, reciban consuelo de nosotros, Escúchanos, Señor.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Novena estación: Jesús cae
por tercera vez
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura
del libro de salmos:
Ha contraído una enfermedad mortal; el que se acostó no
se levantará. Incluso mi amigo, en quien confiaba, y que compartía mi pan me
pone zancadillas. Mas tú, Señor, ten piedad, ponme en pie y les daré su
merecido. En esto conozco que me quieres: que mi enemigo no cantará victoria a
mi costa.
Meditación:
Cristo
cae por el peso de la cruz y de nuestros pecados.
Nuestros países latinoamericanos sufren por el peso
de nuestros pecados personales y contra la creación. Como los obispos
latinoamericanos escribieron:
El interés codicioso de explotar la Madre Tierra
hasta la última gota lleva a transformar drásticamente los paisajes, talando
bosques, desviando ríos, trazando carreteras, destruyendo la capa vegetal, y en
fin, generando una serie de impactos que merecen ser sometidos a evaluación
desde el punto de vista ético y moral en diálogo con las ciencias.
Dañamos el suelo cuando quemamos la tierra o talar
los bosques. Lo contaminamos con veneno y químicos dañosos. Gastamos los
recursos de la tierra por el uso intensivo de combustibles fósiles (petróleo,
carbón, y gas).
También, la concentración de la tierra en manos de
pocos no permite que la mayoría tiene acceso a lo que necesitan para el
desarrollo integral la vida de sus familias. Como escribió el Papa Francisco:
La tierra de los pobres del Sur es rica y poco
contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos para satisfacer
sus necesidades vitales les está vedado por un sistema de relaciones
comerciales y de propiedad estructuralmente perverso.
Oremos
Por
explotar la tierra, Señor, ten piedad.
Por
quemar la tierra y talar los bosques, Cristo, ten
piedad.
Por no compartir los bienes de
la tierra con los pobres, Señor, ten piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Décima estación: Jesús es
despojado de sus vestiduras
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura
del santo evangelio según san Juan:
Después que los soldados crucificaron a
Jesús, tomaron su ropa y la dividieron en cuatro partes, una para cada soldado;
tomaron también la túnica. Era una túnica sin costuras, tejida de arriba abajo,
de una pieza…. Así se cumplió lo escrito: Se repartieron mi ropa y se sortearon
mi túnica. Es lo que hicieron los soldados.
Meditación
Los soldados le tratan a Jesús como una cosa,
dejándolo desnudo. No lo tratan como una persona humana. Repartieron su ropa
como botín, para su ganancia personal.
Tantas personas, especialmente los pobres y los pueblos
indígenas, sufren lo mismo, así como la
discriminación y la desigualdad.
En La Alegría del Evangelio, El Papa Francisco condenó la
cultura de descarte:
Se considera al ser humano
en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos
dado inicio a la cultura del «descarte» que, además, se promueve. Ya no se
trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo
nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la
sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia,
o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son “explotados” sino
desechos, “sobrantes”.
Así lo trataron a Jesús
los soldados. Así se tratan a muchos pobres y pueblos indígenas y también los
bienes de la tierra. Despojados, son como los “desechos” del mundo.
Pero toda persona, todo
pueblo, toda la creación tienen dignidad como la creación de Dios.
En las palabras de los
obispos latinoamericanos:
A las relaciones fundamentales con Dios, con uno
mismo y con el prójimo [el Papa] añade la relación con el entorno, de modo que
esta perspectiva de ecología integral invita a pasar de la cultura del descarte
a la cultura del cuidado y de la cultura de la muerte prematura a la cultura de
la vida.
Oremos:
Por desacatar a los pobres y pueblo indígenas, Señor, ten piedad.
Por usar y tirar los
bienes de la creación y maltratar nuestra casa común, Señor, ten piedad.
Por no respetar la
dignidad de cada persona humana, hombre y mujer, niño y anciano, pobre y rico, Señor,
ten piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Undécima estación: Jesús es
clavado en la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según San Lucas
Junto con Jesús llevaban también a dos malhechores
para ejecutarlos. Al llegar al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron
allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
Meditación
Lo
clavaron a Jesús en la cruz.
Lo clavamos a Jesús en la cruz
no solamente cuando pecamos personalmente, pero también cuando contaminamos
nuestra casa común, cuando estamos indiferentes ante el cambio climático y
cuando no asumimos la responsabilidad por la tierra y reflejamos en nuestras
vida la cultura del descarte, una cultura que usa y tira los dones de la creación.
Ingratos e irresponsables, crucificamos a la tierra, no dejándola ser como Dios
quiere. Queremos explotar la tierra como nuestra propiedad personal. Como El Papa
Francisco ha escrito:
“Hemos crecido pensando que
éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”.
En su carta pastoral, Discípulos, Misioneros, Custodios de la Casa Común, los obispos latinoamericanos identifican como
clavamos la tierra a una cruz con nuestra codicia e irresponsabilidad:
El interés codicioso de
explotar la Madre Tierra hasta la última gota lleva a transformar drásticamente
los paisajes, talando bosques, desviando ríos, trazando carreteras, destruyendo
la capa vegetal, y en fin, generando una serie de impactos que merecen ser
sometidos a evaluación desde el punto de vista ético y moral en diálogo con las
ciencias.
Oremos
Por contaminar nuestra casa común, Señor, ten piedad.
Por estar indiferentes ante los atropellos contra la
tierra, Cristo, ten
piedad.
Por pensarnos dominadores de la creación, no
guardianes del don de Dios, Señor, ten piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Duodécima estación: Jesús
muere en la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Al llegar al lugar llamado de la Calavera,
lo crucificaron allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a
su izquierda.
Meditación
Jesús muere en la cruz, entregando la vida para
salvarnos, para liberarnos del pecado, para darnos la vida. Sufrió la violencia
de la cruz, consciente de la violencia en el mundo y en nuestros corazones.
Seguimos pecando, infectando toda la creación con
la violencia. Como el Papa Francisco escribió en Laudato Si’,
“La violencia que hay en el corazón humano, herido
por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que
advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes”.
Hoy en el mundo muchos sufren la violencia – la
violencia personal, la violencia doméstica, los asesinatos, la violencia de conflictos por envidia o
rencor, la violencia de gobiernos corruptos y opresivos y la violencia del
crimen organizado. Pero, Dios no quiere la violencia; más bien, Cristo sufrió
la violencia.
Como escribió San Pablo a los Colosenses:
“Dios
quiso en Cristo residiera toda la plenitud. Por él quiso reconciliar consigo
todo lo que existe, en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la
sangre de su cruz”.
Meditamos en silencio, poniendo al pie de la cruz
toda la violencia en nosotros y en el mundo, pidiendo la reconciliación que
Cristo nos ofrece.
Momentos
de silencio.
Oremos:
Líbranos, Señor, de la violencia en nuestros
corazones, la violencia de rencor, venganza, envidia, Señor, ten
piedad.
Líbranos, Señor, de la violencia en nuestras
comunidades – las asesinatos, las muertes prematuras de niños y jóvenes, la
violencia doméstica, la contaminación de la tierra y las aguas, Cristo, ten
piedad.
Líbranos, Señor, de la violencia estructural en las
instituciones gubernamentales y empresariales, de la corrupción, del
narcotráfico, de la guerra, Señor, ten
piedad.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Decimotercera estación: Jesús es bajado de la cruz
Decimotercera estación: Jesús es bajado de la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura
del Evangelio de San Juan
José de Arimatea pidió permiso a Pilato
para llevarse el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en
secreto por miedo a las autoridades judías. Pilato le dio permiso, y José fue y
se llevó el cuerpo. También Nicodemo, el que una noche fue a hablar con Jesús,
llegó con unos treinta kilos de un perfume, mezcla de mirra y áloe. Así pues,
José y Nicodemo tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas
empapadas en aquel perfume, según la costumbre que siguen los judíos para
enterrar a sus muertos.
Meditación:
José de Arimatea y Nicodemo
son los que recogen el cuerpo de Jesús. Actúan en el momento necesario. ¿Dónde
están los discípulos? Tienen miedo y no quieren significarse, temen correr la
misma suerte que el Maestro.
Esto ha sucedido con muchos
muertos en las guerras y conflictos sociales de nuestros países. La violencia
generada por la ambición, el narcotráfico, el dominio de la tierra, está
matando a muchos jóvenes, y las personas allegadas a los muertos (familiares y
amigos) tienen que huir o esconderse.
¿Qué hacemos nosotros ante
estos casos? ¿Qué estamos haciendo ante la injusticia que entierra en la
miseria y pobreza a nuestro pueblo?
Así como José de Arimatea y
Nicodemo se comprometieron a darle santa sepultura al cuerpo del Señor Jesús,
hombres y mujeres tenemos que comprometernos al servicio de los demás, luchando
por una vida más justa y organizándonos para dar una mejor atención a quien lo
necesita.
Oremos:
Para que consolemos a las víctimas de la violencia,
acercándonos y ayudándoles en su dolor, oremos al Señor, Te rogamos, óyenos.
Para que tenemos el coraje de José de Arimetea y
Nicodemo, acercándonos a los marginados, las víctimas de la violencia
institucional, oremos al Señor, Te rogamos,
óyenos.
Para que los que huyen por temor, buscando refugio,
reciban acogida en todos los países del mundo, oremos al Señor, Te rogamos, óyenos.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
Decimocuarto estación: Jesús es
puesto en un sepulcro
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según San Mateo
José
tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo colocó
en el sepulcro nuevo que se había hecho excavar en la roca. Después hizo rodar
una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue….Al día siguiente … los
jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron a Pilato y le dijeron:
“Señor, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando aún vivía: Después de
tres días resucitaré. Ordena, pues, que sea asegurado el sepulcro hasta el
tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo:
Resucitó de entre los muertos. Este sería un engaño más perjudicial que el
primero”. Pilato les respondió: “Ahí tienen una guardia. Vayan ustedes y tomen
todas las precauciones que crean convenientes”. Ellos, pues, fueron al sepulcro
y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba la entrada y pusieron guardia.
Meditación
Sus amigos pusieron el cuerpo de Jesús en un
sepulcro; piensan volver entre poco para ungirlo. Para ellos, él había muerto.
Probablemente quedaron desanimados.
Las autoridades tenían miedo; le han escuchado a
Jesús hablando de la resurrección y la temaron. Mandan a sellar la tumba.
A veces estamos desanimados en nuestra vida; a
veces los poderosos quieren aplastar cualquiera esperanza de cambio. Ponen
piedras selladas para prevenir que el pueblo responda al reino de muerte,
violencia y corrupción. Quieren un pueblo callado.
Pero, mantenemos la esperanza que Jesús nos da. El
resucitó.
Oremos
Para que no estemos desanimados e indiferentes ante
nuestros pecados y los problemas de la casa común, Escúchanos, Señor.
Para que las autoridades no aplasten las esperanzas
de una casa común en paz, en justicia y en amor, Escúchanos, Señor
Para que el Señor resucitado nos dé el ánimo para
una conversión personal y ecológica, Escúchanos, Señor.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y
muerte de cruz para salvarnos
CONCLUSIÓN: Resucitó
Lectura del santo evangelio según San Lucas:
El
primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando
los perfumes que habían preparado. Pero se encontraron con una novedad: la
piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, y al entrar no encontraron
el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a
su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se
atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: ‘¿Por qué
buscan entre los muertos al que vive? No
está aquí. Resucitó.
Meditación
La tumba no pudo
contener al Cristo. Se resucitó el tercer día. La última palabra no es la
muerte; nuestro Dios es un Dios de la vida: Jesús resucitado.
Como dijo el Santo Mártir
Monseñor Oscar Romero,
“Cuando el pecado de los hombres sometió la
naturaleza a la esclavitud, al egoísmo, a las pasiones, en Cristo encontramos
la esperanza de la restauración, la belleza primigenio y la esperanza de su
restitución lo que nos hace ver la maravilla de nuestros volcanes, de nuestros
lagos, ríos, llanuras y mares embellecidos como nunca porque si es cierto que
gimen bajo el peso del pecado y del egoísmo, en Cristo anhelan y esperan la
salvación de todos los hombres a los cuales la misma naturaleza inanimada, está
íntimamente unida”.
Hemos caminado el Vía Crucis
con Jesús. Dios quiere que resucitemos en Él. Para eso, necesitamos una conversión.
Desde la perspectiva del Papa San Juan Pablo II y del Papa Francisco, esta
conversión incluye una conversión ecológica. El Papa Francisco, en su mensaje
para la jornada por la paz de 2016, nos invita a vivir una
nueva vida:
El examen de conciencia, el arrepentimiento y la
confesión al Padre rico en misericordia, nos conducen a un firme
propósito de cambio de vida. Y esto debe traducirse en actitudes y
comportamientos concretos más respetuosos con la creación, como, por ejemplo,
hacer un uso prudente del plástico y del papel, no desperdiciar el agua, la
comida y la energía eléctrica, diferenciar los residuos, tratar con cuidado a
los otros seres vivos, utilizar el transporte público y compartir el mismo
vehículo entre varias personas, entre otras cosas No debemos pensar que estos
esfuerzos sean demasiado pequeños para mejorar el mundo. Estas acciones
“provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a
veces invisiblemente” y refuerzan “un estilo de vida profético y contemplativo,
capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo”.
¿Estamos dispuestos a la conversión personal,
comunitaria y ecológica para vivir en Cristo resucitado? Dios nos invita a la
conversión, para vivir la fe en Jesús resucitado.
Padre Nuestro
FUENTES:
El Papa
Francisco, Mensaje Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación
2016. 1 de septiembre de 2016. Mensaje.
El Papa
Francisco, Laudalo Si’
Vía
Crucis por la Tierra (Recurso
desarrollado por la red católica Amerindia – Brasil.)
Consejo
Episcopal Latinoamericano, CELAM, Carta Pastoral: Discípulos Misioneros
custodies de la Casa Común; Discernimiento a la luz de la Laudato Si’
(2018)
Introducción:
Laudato Si’, 19; Mensaje Jornada mundial de oración por el cuidado de
la creación 2016
2. CELAM, Discípulos,
Misioneros, Custodios de la Casa Común, 8
3. CELAM, 75.
4. Laudato Si’, 241
5. Laudato Si’, 13; CELAM, Discípulos, Misioneros, Custodios de la Casa
Común. 142.
6. Laudato Si’, 233
9. salmos (41 [40], 9 – 12); CELAM ,11
10. La Alegría del Evangelio, 53 ; CELAM, 24
11. CELAM, 11
13. Juan
19, 38-40; Vía Crucis por
la Tierra
Conclusión: Lucas
24, 1-6; Romero, homilía 6 agosto 1978;
Mensaje Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación 2016
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