Vigésimo
séptimo domingo del tiempo ordinario: ciclo B
7 Octubre de 2018
Materiales para reuniones de comunidades eclesiales de base
TEMA: El matrimonio y el divorcio
OBJETIVO: Entender el matrimonio como sacramento y la
tragedia del divorcio
SIGNO: anillos
ANIMACIÓN: Canto
ORACIÓN de la misa nupcial
Dios nuestro, que al crear el género
humano quisiste establecer la unión entre el hombre y la mujer, une en
fidelidad del amor a estos hijos tuyos, que van a contraer matrimonio, para que
siempre den testimonio con su vida del amor divino que hoy los trae a tu altar.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DESDE LA HISTORIA
En su Exhortación Apostólica Amoris
Laetitia [AL], La Alegría del Amor, el papa Francisco habla mucho
del amor y del divorcio.
Afirma el sacramento de matrimonio y la
importancia de tener Cristo al centro:
Si la familia logra concentrarse en
Cristo, él unifica e ilumina toda la vida familiar. Los dolores y las angustias
se experimentan en comunión con la cruz del Señor, y el abrazo con él permite
sobrellevar los peores momentos. En los días amargos de la familia hay una
unión con Jesús abandonado que puede evitar una ruptura….Por otra parte, los
momentos de gozo, el descanso o la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan
como una participación en la vida plena de su Resurrección. [AL, 317]
Pero, el papa entiende la tragedia del
divorcio:
El divorcio es un mal, y es muy
preocupante el crecimiento del número de divorcios. Por eso, sin duda, nuestra
tarea pastoral más importante con respecto a las familias, es fortalecer el
amor y ayudar a sanar las heridas, de manera que podamos prevenir el avance de
este drama de nuestra época. [AL, 246]
También, el entiende la realidad de muchos
matrimonios y las condiciones que provocan pleitos en un matrimonio y pueden
promover rupturas:
· Una de las causas que
llevan a rupturas matrimoniales es tener expectativas demasiado altas sobre la
vida conyugal. [AL, 221]
· Lamentablemente,
muchos llegan a las nupcias sin conocerse. [AL, 210]
· Esto no significa
dejar de advertir la decadencia cultural que no promueve el amor y la entrega.
Las consultas previas a los dos últimos sínodos sacaron a la luz diversos
síntomas de la ‘cultura de lo provisorio’. Me refiero, por ejemplo, a la
velocidad con la que las personas pasan de una relación afectiva a otra. [AL,
39]
Pero el papa entiende que a veces la
separación puede ser una respuesta a una situación difícil – por ejemplo,
cuando hay violencia doméstica o abuso sexual. Como escribe, reflejando las
reflexiones de los obispos en el Sínodo sobre el matrimonio:
En algunos casos, la valoración de la
dignidad propia y del bien de los hijos exige poner un límite firme a las
pretensiones excesivas del otro, a una gran injusticia, a la violencia o a una
falta de respeto que se ha vuelto crónica. Hay que reconocer que ‘hay casos donde la separación es inevitable.
A veces puede llegar a ser incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se
trata de sustraer al cónyuge más débil, o a los hijos pequeños, de las heridas
más graves causadas por la prepotencia y la violencia, el desaliento y la explotación,
la ajenidad y la indiferencia’. Pero
‘debe considerarse como un remedio extremo, después de que cualquier intento
razonable haya sido inútil’. [LA, 241]
ILUMINACIÓN BÍBLICA Y DOCTRINAL:
TEXTO BÍBLICO:
Marcos 10, 2-16
En los tiempos de Jesús, los varones judíos
pudieron divorciarse solamente con un acta de separación. Pero, las mujeres no
tenían tanto derecho. La esposa fue como la propiedad de su marido. El marido
pudo hacer con ella lo que querría.
Jesús afirmó la dignidad del matrimonio,
indisoluble. El matrimonio es un signo del amor de Jesús a la Iglesia. El amor
de Dios nunca se termina y entonces debemos promover, fortalecer y mantener el
vínculo del amor entre los esposos.
Pero, las palabras de Jesús son, también, una
afirmación de la dignidad de la mujer que no debe ser considerado como
propiedad de ninguna persona.
En el matrimonio, los dos son
“una sola carne. De manera que ya no son dos, sino uno solo”. Su unidad debe
ser vivido con amor y ayuda mutua, buscando el bien del otro y compartiendo un
amor cariñoso, tierno y sacrificial.
REFLEXIONEMOS
¿Cuáles son las dificultades que
experimentamos como matrimonios? ¿Qué hacemos en nuestras familias para promover
el amor, la paz y el bienestar de todos?
¿Y NOSOTROS QUÉ?
¿Qué podemos hacer para fortalecer los
matrimonios en nuestra aldea o barrio? ¿Qué podemos hacer para promover el
sacramento del matrimonio para los
AVISOS
ORACION FINAL
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