ROMERO Y LOS ÍDOLOS
Día 7
Novena en honor del santo Oscar Romero
que va a ser canonizado el 14 de octubre de 2018
que va a ser canonizado el 14 de octubre de 2018
Monseñor Romero hablaba mucho de los ídolos – personales y sociales.
Los ídolos no permiten la vida, especialmente la vida de los pobres. Pero,
hay ídolos personales. Como Romero habló, en su homilía del 23 de marzo de
1978:
Es necesario, hermanos, botar tantos ídolos, el del yo ante todo, para que seamos humildes, y sólo desde la humildad sepamos ser redentores, sepamos ser colaboradores de la verdadera colaboración que el mundo necesita. Liberación que se grita contra otros no es verdadera liberación. Liberación que procura revoluciones de odios y de violencias, quitando la vida de los demás o reprimiendo la dignidad de los otros, no puede ser verdadera libertad. La verdadera libertad es aquella que se hace violencia a sí misma y, como Cristo, casi desconociéndose que es soberano, se hace esclavo para servir a los demás.
Pero, Monseñor Romero identificó los ídolos sociales, denunciándolos. En su
homilía del 7 de enero de 1979, dijo:
Es ese Reino de Dios que se siente estorbado, maniatado por tantos abusos de la idolatría del dinero y del poder; y que es necesario derrocar esos falsos ídolos como cuando los primeros evangelizadores de América derrocaron falsos dioses que adoraban nuestros indígenas. Hoy son otros ídolos: se llaman dinero, se llaman intereses políticos, se llama seguridad nacional, idolatrías que están queriéndole quitar el altar a Dios. La Iglesia proclama que solamente podrá ser feliz el hombre cuando adore, como los magos, al único Dios verdadero.
En su última homilía dominical, el 23 de marzo de
1980, Romero citó un nuevo canto, la Gloria de la Misa Campesina Salvadoreña.
Las últimas estrofas dicen:
Ahora, Señor, podrás ser tú glorificado
tal como antes allá en el monte Tabor, cuando tú veas a esta pueblo transformado y haya vida y libertad an El Salvador.
Pero las dioses del poder y del dinero, se oponen a que haya transfiguración. Por eso ahora vos, Señor, sos el primero en levantar tu brazo contra la opresión.
Monseñor, ayúdanos a rechazar todos los ídolos,
personales y sociales, para que venga el Reino de Dios.
No comments:
Post a Comment